BOLETIN 9

Barcelona.
El viaje empezo de la mejor manera: no perdi el vuelo.
Llego a barcelona y me estaba esperando mi amigo personal, Pablo Alaejos, el catalán que agarro al mundo a contrapie y se fue a vivir a argentina. El loco estaba de vacaiones en su ciudad.
Asi que conoci Barcelona de local entre comillas.

El jueves a la noche salimos por el raval, recorrimos la rambla, le pusimos toda la garra del mundo, entramos a un bar con pista de baile. Una birra y a dormir, en el bar con pista de baile no pasaba nada.

El viernes fuimos a almorzar. El papá de Pablo cocino una paella
IM-PRE-SI-O-ONAN-ON-TE, con un vinito y hasta hubo quien se mando un whisky digestivo, no voy a dar nombres. Luego estuvimos de recorrida, foto, museo, foto, silla barcelona, foto, nos juntamos a tomar la leche con cerveza y amigos.
De ahi nos fuimos a encontrar con un grupo de amigos del catalan.
Esa noche termino rara.
El tema es que me invitaron a una fiesta TRANS. Me declaro ignorante sobre la cultura TRANS, al punto que pensé que iba a encontrarme con una convención de fanáticos de Optimus Prime. Lejos de eso, entré a un local nocturno con poca luz y una decoración fluorescente.
La música era una especie de Marilyn Manson mesclado con música electronica o “marcha” (como a mi me gusta decir)
A lo que me dicen: - “ no escuches el punchi, punchi, escucha el sonido detras. Esa es la onda. “
Trato de desarrollar mi oido absoluto para escuchar: - yehaaa, I’m gonna kill you, yehaaaa, yehaaa, right now, mother fucker.
Medio bebedo y bastante cansado, me despido.
La conversacion fue algo como:
- “ no doy mas, me voy, “
- anda, yo me quedo hasta las 9 (nueve) de la mañana.
O yo estoy muy viejo, o las drogas en Barcelona estan muy baratas.

AL otro dia, llega Sandro, el primer embajador del comite del jolgorio.
Haciendo buena honra de su titulo, el capo me incluyó a una lista de una despedida de soltero de un amigo de él.
Llegamos a un lugar que parecía más un club de papi fútbol con buffet que un local nocturno.
Ahi estaba, en una mesa con 11 desconocidos más, tan es asi, que entre ellos tampoco se conocian, todos los conocian al novio, pero de lugares distintos, de la familia, del trabajo, de etcetera,
La comida era malísima, la atención peor, vino una señora mayor con pinta de peluquera de barrio que se puso en paños menores y le bailó cerca de la cara al novio.
Todo eso era asi, la noche estaba al borde de ni siquiera convertirse en anecdota, hasta que llego el ultimo show de la noche.
No se imaginen sexo en vivo, no hizo falta eso.

La bailarina hizo una danza pelvica extrema, casi escultural, digna de un Gran Rex. Se deslizaba por la escena con un timming perfecto, como nadando y dejando caer sus prendas a tempo con la música. Demostró destrezas amplias de elongación y coordinación tal que generaba expectativa, haciendo que su público quedara espectante, al borde de la butaca, estupefacto.
Y además tenía unas tetas barbaras.

Despues del show, la noche ya estaba hecha, los 12 ya eramos amigos de toda la vida. De ahi nos fuimos al boliche, fiesta que fastantica, fantastica esta fiesta.
Mientras pensaba:
- Lo importante no es ser amigo del que se casa, es ser amigo del que organiza.

Los quiero amigos,
Juan.