segunda-feira, 21 de abril de 2008

BOLETIN 21/04/08

Que frío que hace en Madrid.
LLegué de noche.
Pregunté, pregunté hasta que encontre la dirección de la casa de Anita y Pablo. La ubicación es genial, salís del departamento y te caés en Puerta del Sol.
Anita y Pablo, No estaban.

Me fuí a hacer tiempo a un Burguer King. (Para no tomar frío)
Llegué a la conclusión que el Burguer King un viernes a la noche se convierte en el boliche preadolescentes. Todos pendejos recontra producidos, todos muy góticos, mucho piercing, mucho pibe que no sabés si es rapero o la ropa le queda grande porque todavía no pegó el estirón.
En el fondo me sentí un poco viejo.
Recibo un mensaje de Pablo: Nos perdimos! jaja, vamos a llegar en 15 minutos. Puta que lo pario, 15 minutos más en esa ensalada de hormonas y griterío? Ma´ si, me fui a la calle.
Que frío que hace en Madrid.

Llegaron. Conocí la casa de los chicos. Si la ubicación es genial, la terraza es mejor. Vista, sillitas, vinito, jamoncito ibérico. Genial. Salimos a la noche madrileña. Nos encontramos con un par de argentinos publicitarios. Terminamos en Taboo. Un boliche. Había una banda en vivo, guitarra, percusión, teclados, pero lo extraño era que se escuchaba música electronica. El de la guitarra tocaba un par de notas y esperaba a que termine el tema para recibir los aplausos. Un groso. Si algún día, Mistura Lactea se separa, ya se donde ir a tocar. A Taboo. (repito el nombre del lugar para el que no estaba atento)

El sabado el grupo era más grande, se sumó Fernandito con otro amigo y un grupo de amigas.
Fuimos al Palacio, un boliche que al parecer es genial, se llena de gente, descontrol, juventud, felicidad.
Al parecer digo, porque ese sábado estaba cerrado. Tuvimos la misma idea que toda la gente que quizo entrar a Palacio y no pudo: Ir al bar de al lado.
En la marathon de Carrefour había menos gente que en este bar.
Pablo casi se agarra a piñas con uno que le sacaba 3 cabezas y 7 amigos de diferencia. Decí que el grandote era gente civilizada, sino, le ibamos a tener que pegar todos al pobre de Pablo.

Terminamos a las 6 de la mañana viendo Capussotto y sus videos en YOUTUBE. Saquen sus propias conclusiones.

El domingo fuimos al Rastro, una feria de cosas para hippie nuevas y cosas para hippies de segunda mano. Para terminar comiendo unas tostas.

Punto aparte. Las tostas. Dos puntos:
Un local con más exito que Gran Hermano. Fila hasta la esquina. Todos entraban y salían con su bandejita de 2 unidades. Era como una falta de respeto salir con menos. Sali con una de atún y una de jamón ibérico. Tengo la seguridad que la gente, hace que va al Rastro a ver cosas sólo para comer una tosta de esas. O más aún, había tanta gente en la cola del local de las tostas que tenían que entretenerlas con algo: Inventaron el Rastro.

Volví a Lisboa resfriado, pero con un pañuelo border al cuello que ya mostrate en fotos.

Los quiero amigos,
Juan.